El último post que escribí se equivocó.
Ese día entré a bañarme pero no vomité. Me quedé en la ducha, sintiendo el agua recorrerme la cara, con los brazos cruzados y llorando un poco por estas cosas que hago.
Más alla de lo desagradable del vómito en sí mismo, pensé que debía bancarmelá. Esta vez, "me la voy a bancar", me dije. Había comido mucho y me sentía mal físicamente, pero vomitar significaba completar el círculo vicioso. La próxima vez no voy a comer pensando que no importa, total después vomito todo y que viva el verano! No. Bueno, no quiero prometer demasiado. Me propongo intentarlo al menos.
Y ... ahora que lo pienso, cuando solamente me limito a contar este tipo de episodios, como si la enfermedad fuera tan simple como "vomito - no vomito", recuerdo que hay otras cosas que debo averiguar. ¿Qué pasa conmigo?
Esta forma de estar en el mundo tiene que cambiar.
sábado, 17 de enero de 2009
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